El establecimiento y manejo de pastos es el esencial como paso previo para la producción animal. En la selección de las especies forrajeras deberán considerarse no solo sus rendimientos en materia seca, sino también sus capacidades de adaptabilidad a las condiciones de la zona donde serán utilizadas, además del uso de adecuadas técnicas de preparación y manejo del suelo, de un método efectivo de siembra y el uso eficiente de fertilizantes.
Los sistemas de alimentación animal con pequeños rumiantes deben basarse en el pastoreo de gramíneas con leguminosas. Estas últimas pueden ser manejadas asociadas con las gramíneas en los mismos potreros o en forma de banco con pastoreo restringido que asegure un consumo entre 25 y 30% de la dieta total. En zonas con marcada estacionalidad pueden incorporarse otras opciones como pastos de corte fresco o heno como complemento. Los cultivos integrales de maíz y sorgo en fase de grano lechoso pueden ser utilizados para ensilaje. Restos de cosechas de cereales y socas con suplementación estratégica como bloques multinutricionales o subproductos agroindustriales pueden contribuir a sobrellevar el periodo seco.
El criterio de selección de la estrategia se fundamenta en maximizar el uso de recursos locales, planificar la conservación de forrajes para estar preparados en el periodo seco, tratar de suplir hasta el 80% de la dieta con pastos. De importancia es entender que las pasturas son un pilar fundamental del sistema y por lo tanto hay que apoyar su mantenimiento con programas de control de malezas y fertilización estratégica, pastorear por grupos etáreos (madres + padrote + corderos, borrregos y borregas por separado), dividir potreros para romper con los ciclos de parásitos y facilitar el manejo agronómico de la pastura y de los animales. Simultáneamente, hay que asegurar el plan sanitario, mantener registros de producción para descartar animales improductivos y manejar la reproducción para lograr partos y destetes en las épocas más favorables de acuerdo a la zona.
Los tipos de pastos más recomendables para la producción con ovinos son los de porte bajo, debido a que es más fácil ubicar a los animales y mejora las posibilidades de pastoreo de los corderos. Entre las especies que pueden utilizarse se encuentran: Pastoestrella (Cynodon plectostachyus), Pasto Bermuda (Cynodon dactylon), Pasto Buffel (Cenchrus cliliaris), Angleton (Dichantium aristatum) y pasto Barrera (Brachiaria decumbens). Los pastos de cortes recomendables son: Pasto Elefante (Pennisetum purpureum).